Letras Sueltas
Juan Lima
lustraciones: Max Cachimba
Editorial Ojoreja
Las letras, además de cumplir con su diaria labor de formar palabras, tienen su propia vida. En las páginas de este libro aprendemos los secretos del abecedario, ese desorden que el orden alfabético trata en vano de esconder. A veces cerca del haiku y otras del caligrama, los preciosos poemas imaginan para cada letra costumbres, paisajes y caprichos. Así conoceremos el enigma de la E, el sueño de la S, el tictac de la T…
“la I
imagina
cómo se vería
su foto en el celular
cuando está
apagado”
Max Cachimba se suma al juego, pero casi se resiste a trazar letras, y dibuja, en cambio, el delicado mundo imaginativo que proponen los poemas. Cada ilustración es una fábula gráfica : la recorremos fragmento, como un tablero del juego de la oca. Si Rimbaud le puso colores a las vocales, el poeta Lima y el ilustrador Cachimba van más lejos y agregan vocales y consonantes no solo con colores sino su flora y su fauna y su singular psicología. En el mundo de las letras, nada es literal. Quien se asome a estas páginas ya no podrán recitar el abecedario sin temor a que sus habitantes cambien de lugar, se escondan o se escapen antes de llegar a la Z.”
Pablo de Santis
21 x 15 Cm, 56 páginas, color
$18.000,00
Letras Sueltas
Juan Lima
lustraciones: Max Cachimba
Editorial Ojoreja
Las letras, además de cumplir con su diaria labor de formar palabras, tienen su propia vida. En las páginas de este libro aprendemos los secretos del abecedario, ese desorden que el orden alfabético trata en vano de esconder. A veces cerca del haiku y otras del caligrama, los preciosos poemas imaginan para cada letra costumbres, paisajes y caprichos. Así conoceremos el enigma de la E, el sueño de la S, el tictac de la T…
“la I
imagina
cómo se vería
su foto en el celular
cuando está
apagado”
Max Cachimba se suma al juego, pero casi se resiste a trazar letras, y dibuja, en cambio, el delicado mundo imaginativo que proponen los poemas. Cada ilustración es una fábula gráfica : la recorremos fragmento, como un tablero del juego de la oca. Si Rimbaud le puso colores a las vocales, el poeta Lima y el ilustrador Cachimba van más lejos y agregan vocales y consonantes no solo con colores sino su flora y su fauna y su singular psicología. En el mundo de las letras, nada es literal. Quien se asome a estas páginas ya no podrán recitar el abecedario sin temor a que sus habitantes cambien de lugar, se escondan o se escapen antes de llegar a la Z.”
Pablo de Santis
21 x 15 Cm, 56 páginas, color
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